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Por: Lic. Mariano Guerrieri
Si hablamos de hermosos derroteros que transcurren por la geografía cordobesa, el Camino de las Altas Cumbres, por antonomasia, es la carretera más importante y que deslumbra al viajero mientras visita las Sierras Grandes.
Sin embargo, el moderno camino de un poco más de 100 kilómetros, que une Villa Carlos Paz y Mina Clavero, de este a oeste, no fue sino hasta 1918 una simple “huella de herradura”, por la que transitó en numerosas oportunidades, el cura José Gabriel del Rosario Brochero, en su viaje hacia la Capital, para entrevistarse con el gobernador de turno y solicitarle fondos para obras que le devolvieran dignidad a los pobladores del Valle de Traslasierra.
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En efecto, desde que fue designado vicario del Curato de San Alberto en 1869, el peregrinar a lomo de mula del “Cura Gaucho” por las Altas Cumbres, permitió la construcción de iglesias, escuelas rurales, banco, correo, un canal de irrigación desde Panaholma hacia Villa del Tránsito, hoy Villa Cura Brochero y el primer trazado del camino que une el valle con la región de Punilla.
La construcción del antiguo camino no fue sencilla, más si tenemos en cuenta las rudimentarias tecnologías empleadas en ese momento, siendo el pico y la pala, las únicas herramientas para abrir el camino. De aquellos primeros años, se distinguen dos famosos tramos, el Camino del Giulio Cesare o “Camino del Peregrino” y el Camino de los Puentes Colgantes o “los puentes de Copina”, hoy destinados solamente para el turismo y las carreras del rally mundial, en una escenografía imponente. El primero, cuenta con 8 estaciones del Vía Crucis y es el epicentro de las “Cabalgatas Brocherianas”. El segundo, cuenta con cinco puentes colgantes, que vadean los numerosos ríos del camino. Dichos puentes, están bien mimetizados con el ambiente circundante, construidos por medio de cuatro pilares de piedra y cables, perfiles de acero y calzada de madera.
Posteriormente, debido al aumento del tráfico y a la peligrosidad de las cuestas para cruzar la Pampa de Achala, se decidió trazar un moderno camino, con curvas peraltadas y calzada ensanchada. La obra tardó 54 años en terminarse (1965-2019), pero mantuvo su grandilocuencia.
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La actual Ruta Provincial N° 34, cobra mayor jerarquía, al saber que sortea el cordón montañoso más alto de la provincia, las Sierras Grandes, que a su vez, contiene una altiplanicie de altura con un promedio de 2.000 msnm, la Pampa de Achala. Dicha altiplanicie, de origen precámbrico y rocas porosas, tiene una extensión 65 km de largo y 25 km de ancho, y presenta como límites el Macizo de Los Gigantes al norte y el Cerro Champaqui, al sur, siendo el techo de Córdoba con 2.882 msnm. A su vez, es la responsable de mantener el equilibrio de los diferentes ríos que discurren por toda la provincia ya que funciona como una esponja que absorbe toda el agua de las precipitaciones y nieve. Gracias a su colchón vegetal y sus profundas quebradas, que infiltran el agua por decantación, generando una red subterránea de ríos, los cuales, al aflorar en forma de vertientes, producen el nacimiento de los ríos Mina Clavero, De Los Sauces, Nono, San Antonio, Malambo, de La Suela, entre otros.
La importancia y equilibrio de este ecosistema, permitió la creación del primer Parque Nacional cordobés en 1996, La Quebrada del Condorito, en cuyos balcones naturales se puede observar el vuelo rasante del cóndor andino y apreciar su aseo personal en el “Baño del Cóndor”, único lugar conocido de Sudamérica donde estas grandes aves chapucean.
Unos años después, se constituyó la Reserva Hídrica Provincial Pampa de Achala, con la idea de asegurar el agua, fuente de vida, para todos los cordobeses. Y proteger especies endémicas de flora y fauna, como la peperina y bosquecillos de tabaquillos. El sapo de achala, lagarto verde y escuercito serrano, entre otros.
El Camino de las Altas Cumbres, fue declarada la “3° Maravilla Artificial de Córdoba” tras una encuesta virtual realizada por el diario Voz del Interior en 2008, , todo gracias al denodado esfuerzo del primer santo que nació, vivió y murió en Argentina. El turismo se lo agradece.
Apunte de viaje: La RP N° 34, recibe el nombre de Jorge Raúl Recalde, gran piloto argentino, único americano en ganar una competencia de rally mundial.