Hay quienes ya hicieron las cuentas. Los que piensan en su jubilación con la misma disciplina con la que planifican una estrategia financiera o proyectan un estado de resultados. Saben que cada aporte es una inversión, que la previsión no es un gasto, sino un capital acumulado en tranquilidad y bienestar futuro.
Después están los que dicen “falta mucho”, y postergan la planificación de su vejez, inmersos en el trabajo diario, en los plazos, los clientes, los balances. Para ellos, la jubilación parece un punto lejano en el calendario, una conversación o tarea que se deja para después.
Y están también los que buscan beneficios todos los días, sin dejar de planificar. Los que saben que la Caja no solo está para el futuro, sino también para el presente: para acceder a servicios, subsidios, talleres, financiamiento, acompañamiento y actividades.
En la Caja sabemos que no hay una única forma de ser afiliado. Cada etapa tiene su ritmo, sus miedos y sus motivaciones. Pero en todas hay algo en común: la necesidad de contar con una institución sólida, cercana y humana, que los acompañe.
¿Qué profesional sos vos?
Con la Caja presente de modo integral, puedes disfrutar los beneficios del presente y a la vez diagramar con tranquilidad tu futuro.
Trabajamos con integridad, compromiso y acción para que tengas un buen futuro, pero la decisión de prever está siempre en tus manos. ¡Anímate!