Por: Lic. Mariano Guerrieri
La Argentina, con sus variedades climáticas y geográficas, es considerada el 8 º productor de vinos a nivel mundial; y la región de Cuyo representa el 95% de esa producción. Sin embargo, existen zonas del país donde la actividad vitivinícola ha cobrado importancia en los últimos años, y la provincia de Córdoba es el estandarte de esta movida minoritaria.
Si nos retrotraemos en el tiempo, más precisamente a mediados del siglo XVII y de la mano de los jesuitas, en la estancia Jesús María se produjo el primer vino en territorio americano llamado “lagrimilla” y que fue degustado por la corte española de Felipe V, recibiendo buenas críticas por su sabor.
Con el paso de los años, si bien, el cultivo de la vid se centró en la zona cordillerana central del país, desde el 2009 Córdoba, ingresó al mapa nacional de los Caminos del Vino, sumando cerca de 2.000 has. de cultivo de la vid al circuito argentino.
La Ruta del Vino cordobesa enlaza cinco regiones turísticas de la variopinta geografía provincial e incluye un conjunto de actividades como visitas guiadas, degustación, fiestas y alojamiento rural.
La región de las Sierras Chicas, con Colonia Caroya y Jesús María a la cabeza, es el área vitivinícola por antonomasia de Córdoba, por producción y cantidad de bodegas. Entre ellas, podemos destacar La Caroyense, la de mayor envergadura, con destacados premios internacionales y producción de espumantes, de la variedad “extra brut”. Entre las modernas, se destaca, bodega Terra Camiare con vinos premiados y visitas gourmet.
Dentro de los establecimientos de producción artesanal se encuentran las bodegas Chacra de Luna (malbec), Rosel (vino Frambua, típico de la provincia) y Di Candi (merlot), que ofrecen visitas educativas, visitas gastronómicas, alojamiento y museo temático.
Cabe destacar que en el mes de marzo, se realiza en Colonia Caroya, la Fiesta Nacional de la Zarga de Uva, con un almuerzo sobre la avenida principal, bajo los centenares plátanos acompañados por exquisitos chacinados y pastas friulanas.
En el histórico norte cordobés, atravesado por el Camino Real y pueblos emblemáticos, se encuentran dos bodegas de trayectoria. Jairala Oller, cerca de la pintoresca Ischilín, restaurada por los descendientes del pintor Fernando Fader. Y bodega Del Gredal, en San Pedro Norte.
En la región de Punilla, el valle turístico más importante de la provincia, entre las ciudades de Villa Giardino, conocida como “el jardín de punilla” y La Cumbre se encuentra, entre hermosas postales serranas y floridos espacios verdes, la Bodega Nébula.
Al sur, en el valle de Calamuchita, tierra de pinares y descendientes de centroeuropeos, florecen cuatro bodegas con servicios de degustación y visitas guiadas. Y que cuentan como fondo decorativo, el faldeo oriental de las Sierras Grandes, ellas son: Las Cañitas, en Villa Verna, cerca de La Cumbrecita; Finca Atos Pampa, en el paraje homónimo a 1.200 msnm. Y más abajo, en altitud, y en la comuna de Villa Cuidad Parque Los Reartes, las bodegas Vista Grande y Familia Furfaro. Ideales para combinar un paseo por la ciudad de Villa General Belgrano y saborear la gastronomía alemana.
Como corolario, cruzando el otro lado de las altas cumbres , por la ruta pensada por el “Cura Gaucho” Brochero, en el llamado “Circuito de la Costa”, un rosario de pueblitos y parajes asentados en la región con el mejor microclima provincial, tradicionales y exclusivos establecimientos consolidan la actividad vitivinícola de la zona. Bodegas Viarago (malbec) y San Ramón (Syrah) en Villa de las Rosas; La Matilde, con servicio gastronómico. Y en la bellísima ciudad de San Javier, los establecimientos Araos de la Madrid (vinos rosados) y Noble San Javier (merlot).
La variada oferta de servicios de la Ruta del Vino de Córdoba, permite disfrutar, además los paisajes serranos, experiencias únicas de olores y sabores a no más de dos horas de distancia de la ciudad capital y en cualquier época del año. Vale la pena darse una vuelta, salud.
Apunte de viaje: El Departamento de Turismo de la CPS realizó, en varias ocasiones, excursiones y viajes a diferentes rincones de la provincia, donde se pudo visitar y degustar los vinos de los establecimientos vitivinícolas de Córdoba.